Exposición temporal del 1 de diciembre de 2022 al 26 de marzo de 2023.
Hace 25 años, el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau se declara Patrimonio Mundial por la UNESCO. Esta declaración es un punto de partida para la recuperación definitiva de su patrimonio arquitectónico, pero también es la culminación de los esfuerzos iniciados unos 20 años atrás para poner en valor frente a la sociedad esta obra modernista de Lluís Domènech i Montaner.
Estos esfuerzos se llevan a cabo en tres ámbitos que deben compatibilizarse entre sí: la actividad asistencial de un hospital líder, la preservación del patrimonio arquitectónico, y la proyección hacia la ciudadanía. Así, en 1977 es reconocido como monumento histórico-artístico y, sin abandonar nunca las prioridades del hospital, lentamente se ponen en marcha las primeras campañas de rehabilitación y difusión.
Del éxito de la compaginación de la defensa del patrimonio con la actividad sanitaria de excelencia que se desarrolla es prueba de que Sant Pau es el único hospital en activo declarado Patrimonio Mundial por su arquitectura. Sin embargo, es a partir de 2009, con el traslado del Hospital a un nuevo edificio moderno, que la recuperación de los pabellones modernistas toma un impulso decisivo.
Un hospital moderno en un conjunto modernista
Desde su inauguración en 1930, los pabellones del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau soportan muchas transformaciones, modificaciones y añadidos motivados por la necesidad de dar respuesta a la demanda asistencial de una ciudad que va creciendo, a la vez que se deben ir adaptando a la evolución de la práctica médica del momento.
Ya a finales de los años 60 se constata que la estructura pabellonal no responde bien a las necesidades modernas, pero ante la falta de fondos para construir un nuevo edificio que centralice toda la actividad sanitaria, sólo se puede optar por ir adaptando los edificios a los usos necesarios.
La única prioridad es la actividad hospitalaria, y todas las actuaciones que se llevan a cabo van en esa dirección, aunque en la mayoría de ocasiones sea en detrimento de su patrimonio arquitectónico.
1972. Fachada posterior del pabellón de la Puríssima.
Desde los años 50, los pabellones se van deteriorando fruto de sucesivas modificaciones y reparaciones hechas sin ningún criterio de conservación.
1973. Obras de compartimentación del pabellón de Sant Salvador.
Interiormente, los pabellones sufren también modificaciones para adaptarlos a las demandas del momento y ganar espacios complementarios.
1974. Ampliación del pabellón de Santa Victòria.
En algunos casos, la necesidad de más espacio obliga a ampliar pabellones con estructuras poco afortunadas, como ésta que no llega a completarse por falta de fondos.
1975. Coches aparcados en los jardines del Hospital.
A mediados de los 70, el exceso de vehículos aparcados en el Hospital comienza a ser un problema porque obstaculiza el acceso de las ambulancias a los pabellones.
1977. Nuevo acceso de vehículos por la calle de St. Antoni M. Claret.
Para reordenar el tráfico interno, se abre un nuevo acceso para vehículos alejado de la entrada principal y de los pabellones modernistas.
1977. Jardines del Hospital descongestionados.
La medida de reducir el número de vehículos en los jardines, ligada a motivos logísticos y de eficiencia asistencial, contribuye también a reducir la degradación del conjunto.
Adquiriendo conciencia del patrimonio arquitectónico
A finales de los 70 se va adquiriendo cierta conciencia respecto al valor del patrimonio arquitectónico del Hospital, que muy lentamente se va consolidando, si bien siempre en un segundo plano respecto a las necesidades asistenciales, que tienen preferencia como corresponde a un hospital en activo.
A este lento despertar se contrapone la permanente carencia de recursos, que sólo permite llevar a cabo reparaciones de urgencia o la consolidación de elementos en riesgo de desprendimiento para su conservación, pero en ningún caso un trabajo de rehabilitación en profundidad.
En este momento también comienzan las primeras visitas de colectivos atraídos por la arquitectura del Hospital. Este creciente interés por su valor patrimonial culmina con la declaración como monumento histórico-artístico por el gobierno del Estado en 1978.
1977. Visita de la Sociedad Francesa de Arquitectos Diplomados.
El colectivo de los arquitectos es el primero en interesarse en la obra de Domènech i Montaner y en organizar visitas.
1978. Desperfectos en la fachada del pabellón de Sant Rafael.
En febrero de 1978, un viento hizo caer varios elementos de las torres de agua, afectadas por la oxidación de su estructura metálica.
1978. Zona declarada monumento histórico-artístico.
El 19 de mayo, el Consejo de Ministros declara monumento histórico-artístico 19 pabellones del Hospital, lo que abre la puerta a recuperar su esplendor original.
El arranque de una política de conservación
Poco después de la declaración de monumento histórico-artístico, se crea un Comité de Obras que centralizará todas las intervenciones que se realicen en los pabellones. Pero a principios de 1979, nuevos desprendimientos de elementos arquitectónicos ponen en evidencia la delicada situación del conjunto modernista, reivindicando la intervención del Estado para rehabilitarlo, respetando la actividad asistencial.
Se establecen contactos permanentes con la Comisión del Patrimonio Histórico-Artístico de Barcelona para coordinar los trabajos de conservación y restauración de los edificios, que empezarán a dar fruto con la restauración de los exteriores del pabellón de la Mercè, la primera intervención de rehabilitación de la historia del Hospital.
1978. Obras en el interior de la Casa d’Operacions.
El Comité de Obras, creado en 1978, tiene por objetivo supervisar las obras del Hospital pero también monitorizar el estado de los pabellones y gestionar su recuperación, y su financiación.
1980. Rehabilitación exterior del pabellón de la Mercè.
La recuperación de los exteriores de este pabellón es posible gracias a una ayuda de 5 millones de pesetas aportadas por el Ministerio de Cultura.
1980. Interiores rehabilitados del pabellón de la Mercè.
El interior del pabellón se remodela siguiendo criterios de conservación y reversibilidad para acoger al Servicio de Obstetricia, que se equipa con los medios más modernos.
La divulgación del patrimonio a la ciudadanía
En 1981, el Hospital adopta un plan de proyección ciudadana con la voluntad de dar a conocer a la sociedad sus vertientes cultural y sanitaria. Se empiezan a organizar exposiciones, tanto fuera como dentro de Sant Pau, donde se inaugura una sala de exposiciones.
También se programan las primeras visitas organizadas, individuales o en grupo, e incluso dirigidas a las escuelas. Asimismo, se acondicionan los jardines, de los que se renueva la vegetación, y el paseo central se convierte en isla peatonal al cerrarlo definitivamente al tráfico de vehículos.
Este estallido de la presencia pública del Hospital coincide con el otorgamiento del premio FAD de restauración 1980 a la intervención del pabellón de la Mercè.
1981. Acto de homenaje a Pau Gargallo.
Enmarcado en las actividades celebradas con motivo del centenario del nacimiento del escultor, este acto es la primera gran acción de proyección ciudadana del Hospital.
1981. Primera visita escolar al Hospital.
Dentro de su plan de proyección exterior, comienzan a organizarse visitas escolares, en las que se muestra tanto el patrimonio arquitectónico como la actividad hospitalaria.
1981. Exposición sobre educación sanitaria infantil.
El Hospital ofrece exposiciones dirigidas a la ciudadanía en general sobre temáticas tan variadas como arte, patrimonio histórico, arquitectura o medicina.
1982. Visita al Hospital de los Amigos de los Museos.
A partir de 1982 se consolidan las visitas organizadas, principalmente de agrupaciones culturales como los Amigos de los Museos o los Amigos de la Barcelona Histórica.
1982. Inauguración de la sala de exposiciones.
En el vestíbulo del pabellón de la Administración se inaugura una sala de exposiciones que alberga muestras artísticas y divulgativas abiertas al público.
1983. Jardines del Hospital libres de vehículos.
El paseo central se cierra definitivamente al tráfico y se reconvierte en isla peatonal para facilitar la movilidad de las ambulancias entre pabellones.
La rehabilitación de un hospital líder
A mediados de los 80 comienzan los trabajos de rehabilitación más importantes hasta el momento: la restauración de la fachada del pabellón de la Administración y la recuperación de sus interiores, a los que la Generalitat de Cataluña destina 41 millones de pesetas.
En el resto de pabellones, más allá del derribo de algunas estructuras añadidas, de momento sólo se pueden realizar tareas de sujeción, limpieza e impermeabilización de elementos en riesgo de desprendimiento.
Estas intervenciones se compaginan con visitas culturales, pero sobre todo se planifican cuidadosamente para no afectar a la dinámica diaria del Hospital, todo un referente de innovación a escala estatal: en 1976 ya se realizó el primer trasplante de médula ósea, y en 1984 se realiza el primer trasplante de corazón.
1984. Exterior recuperado del pabellón de Santa Victòria.
Respondiendo al criterio que se va imponiendo de respeto a la arquitectura de los pabellones, se derriba definitivamente el añadido inacabado de Santa Victòria, levantado en 1974.
1984. Equipo responsable del primer trasplante de corazón exitoso del Estado.
Mientras, el Hospital sigue practicando medicina de primer nivel, y en la época es uno de los poco más de 20 centros de todo el mundo donde se realizan trasplantes de corazón.
1984. Andamio en la fachada del pabellón de la Administración.
El proceso de restauración de la fachada, a cargo del Departamento de Cultura de la Generalitat, se diseña para no entorpecer el normal funcionamiento del Hospital.
1985. Recuperación arquitectónica del vestíbulo.
Entre junio de 1984 y enero de 1986 se restauran la escalera principal y el vestíbulo de la Administración, donde se recupera el espacio ocupado hasta entonces por la sala de exposiciones.
1986. Desmontaje de la torre del reloj.
El estado de degradación en el que se encuentra la torre obliga a los equipos de restauración a desmontarla para consolidarla y asegurar su conservación futura.
1986. Nuevo acceso al Servicio de Urgencias.
Con la reestructuración del Servicio de Urgencias, se crea un nuevo acceso lateral y se cierra definitivamente su paso a través de la plaza de entrada, establecido en 1967.
Acuerdo para un plan de restauración
En 1987, mientras todavía está en marcha la rehabilitación de la torre del reloj, la Dirección del Hospital aprueba un plan de restauración encaminado a la recuperación y conservación de los pabellones modernistas con criterios de respeto a su arquitectura original.
Al año siguiente, este plan recibe el soporte explícito de la Generalitat, la Diputación y el Ayuntamiento de Barcelona, que acuerdan la elaboración de un estudio completo del estado de todos los edificios del recinto hospitalario.
A partir de ese momento, se empieza a intervenir en profundidad en la recuperación de los exteriores de los pabellones de enfermos (rotondas, torres de agua, elementos cerámicos, cubiertas) y, desde 1990, el edificio de la iglesia.
1987. Homenaje a los donantes de sangre en la Fiesta Mayor del barrio de la Sagrada Família.
Desde su Comisión Sociocultural, el Hospital se implica con las asociaciones vecinales del entorno con actividades, charlas o competiciones deportivas.
1988. Rehabilitación de la rotonda del pabellón de la Mercè.
Con la aprobación del plan de restauración, se estudia el estado de todas las fachadas y comienza a intervenirse en el saneamiento de los elementos exteriores.
1989. Fiesta popular de inauguración de la torre del reloj.
La finalización de las obras en la torre se celebra con una fiesta organizada con las asociaciones de vecinos de los barrios del entorno, con gigantes, grallers y elevación de globos.
Un nuevo hospital en el horizonte
En 1990, la Generalitat de Catalunya se incorpora a la Muy Ilustre Administración, el órgano de gobierno del Hospital, con el compromiso de levantar un nuevo edificio que satisfaga sus carencias funcionales, planteadas desde hace años. Pero mientras el proyecto no se materializa, las necesidades más inmediatas deben resolverse construyendo nuevas estructuras para acoger los servicios médicos.
Al mismo tiempo, y aprovechando el auge de los Juegos Olímpicos de 1992, el Hospital publica guías informativas para fomentar las visitas culturales a su recinto, tanto entre el público local como entre los turistas. El valor patrimonial de los pabellones del Hospital se ve oficialmente reconocido cuando en 1997 son declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO.
1990. Incorporación de la Generalitat a la Muy Ilustre Administración.
En el convenio de incorporación, la Generalitat asume la obligación de construir un gran edificio moderno para acoger la actividad médica y asistencial del Hospital.
1991. George Lucas en el rodaje de “Las aventuras del joven Indiana Jones”.
En la década de 1990, Sant Pau es a menudo escenario de rodajes de cine y televisión, que se programan para interferir lo menos posible con la actividad hospitalaria.
1992. Maqueta del proyecto para el nuevo hospital.
El nuevo hospital, con una capacidad prevista de 750 camas, debe permitir a los servicios médicos abandonar los pabellones modernistas, poco adecuados para el ejercicio de la medicina moderna.
1992. Visita del Comité de la UNESCO para el estudio y conservación del Modernismo.
La visita de este comité internacional, que sirvió para evaluar la realidad del Hospital, fue clave para su posterior declaración como Patrimonio Mundial.
1995. Rehabilitación de la valla de entrada.
Los trabajos de restauración siguen su ritmo, y entre otros, se recupera la rotonda del pabellón de Montserrat y se restaura la valla de la plaza de entrada.
1995. Construcción del prefabricado de consultas externas.
Mientras el nuevo hospital no sea una realidad, las necesidades de espacio se palian con construcciones prefabricadas e intervenciones en los pabellones con menor valor arquitectónico.
1997. Baldosa conmemorativa de la declaración de Patrimonio Mundial.
El 4 de diciembre de 1997, en Nápoles, el Hospital es declarado Patrimonio Mundial junto con el Palau de la Música Catalana, ambas de Lluís Domènech i Montaner, por su “valor universal excepcional”.
Consideradas obras maestras del modernismo catalán, se valora su importancia excepcional en la aportación de nuevas soluciones arquitectónicas, tipológicas y artísticas.
La construcción del nuevo hospital
El Hospital inicia el siglo XXI con la adjudicación de las obras del nuevo edificio, que comienzan en 2001. Ese mismo año, se conmemoran los 600 años de la fundación del antiguo Hospital de la Santa Creu, y durante todo el año se organizan actos institucionales, exposiciones, conferencias, y todo tipo de actividades lúdicas y culturales.
Las obras del hospital avanzan a buen ritmo, y en 2003 entra en funcionamiento su primera fase, que incluye consultas externas, hospital de día, quirófanos y cirugía ambulatoria. El edificio se finaliza completamente en 2009, momento en el que se acaban de trasladar todos los servicios clínicos, que dejan definitivamente los pabellones modernistas.
Paralelamente, en 2006 se encarga un plan director para evaluar la situación de los pabellones y establecer una hoja de ruta para su rehabilitación.
2001. Fiesta popular por los 600 años del Hospital de la Santa Creu.
La celebración de los seis siglos del Hospital motiva la organización de todo tipo de actividades institucionales, culturales y populares para acercar la institución a la ciudadanía.
2003. El nuevo hospital en construcción.
En 2001 comienzan las obras del edificio que debe alojar los servicios del Hospital. En 2003 se abre su primera fase, pero el conjunto de las obras se alarga hasta 2009.
2004. Recuperación de los jardines del Hospital.
Con el traslado de los primeros servicios al nuevo hospital, se acomete la reurbanización de los jardines tras retirar los barracones que lo ocupaban desde 1967.
2004. Rehabilitación del pabellón de la Mercè.
En 2004, durante unos trabajos en la cubierta, se derrumba la cúpula de la Mercè. Se hace evidente que es necesaria una evaluación esmerada del estado de todos los pabellones antes de seguir interviniendo.
2009. Traslado de la Unidad de Neonatología al nuevo hospital.
Entre junio y julio de 2009 se completa el traslado de todos los servicios clínicos del hospital al nuevo edificio, quedando desocupados los pabellones históricos.
2009. El nuevo Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
El 3 de julio se inaugura oficialmente el nuevo edificio hospitalario con 83.000 m². A los pocos días ya funcionan a pleno rendimiento todos los servicios y unidades médicas.
La rehabilitación del Recinto Modernista
En 2008 se completa el plan director que debe regir la rehabilitación, y en abril de 2009 se constituye la Mesa de Patrimonio del Recinto Modernista, con representantes de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona para asegurar la coordinación institucional.
Las obras, de gran complejidad, comienzan en octubre de 2009, y afectan a un área de 29.517 m² construidos, 31.052 m² de espacio exterior, 12 pabellones y 1 kilómetro de galerías subterráneas. Se planifican cuatro fases de trabajo: la recuperación de las volumetrías originales, la consolidación de elementos estructurales, el diseño de instalaciones y, por último, la rehabilitación integral de los edificios.
En cinco años, se invierten 75 millones de euros, de los cuales un 62% proceden de ayudas del Ayuntamiento, Diputación, Generalitat, Estado y Unión Europea.
2009. Rotonda del pabellón de Sant Salvador después del traslado.
En octubre de 2009, con los pabellones ya vacíos de actividad, se inician los trabajos de rehabilitación en los 12 pabellones modernistas con mayor valor arquitectónico.
2011. Interior de la Sala Cambó en obras.
El primer objetivo de la intervención es la recuperación de las volumetrías originales, eliminando construcciones anexas y forjados intermedios no originales, entre otros.
2011. El Recinto Modernista en plena rehabilitación.
En una segunda fase, se priorizan actuaciones de consolidación de los edificios, cubiertas, cúpulas y fachadas, así como de las estructuras metálicas que los sustentan.
2011. Restauración de los mosaicos de la fachada del pabellón de la Administración.
Entre 2009 y 2014, intervienen en la rehabilitación 67 equipos de arquitectos, 25 despachos de ingeniería, 103 constructoras, 20 empresas restauradoras y 3 canteros.
2011. Visita guiada a las obras de restauración del Recinto.
Mientras duran las obras, se hace un esfuerzo por mantener el vínculo con la ciudadanía y ofrecer visitas guiadas que dan a conocer el proceso de rehabilitación en marcha.
2012. Perforación de un pozo de geotermia frente a un pabellón.
Siguiendo criterios de sostenibilidad, en el Recinto se instala el mayor complejo de producción de energía geotérmica del sur de Europa, con más de 350 pozos.
El Recinto Modernista se abre a la ciudad
Completada la rehabilitación de 6 de los 12 pabellones, en 2014 el Recinto Modernista se abre al público local e internacional con un programa cultural y de visitas que pone en valor su patrimonio modernista, la figura del arquitecto Lluís Domènech i Montaner, y la historia de la institución que está detrás. En pocos años, este conjunto monumental se convierte en uno de los espacios turísticos más visitados de Barcelona.
Los pabellones rehabilitados pasan a acoger a organizaciones de alto impacto social que trabajan en los ámbitos de la innovación, la sostenibilidad, la salud y la cultura. Desde aquí desarrollan proyectos de investigación, cooperación y formación, así como numerosos actos de divulgación a escala nacional e internacional.
Con el Recinto en pleno funcionamiento, las rehabilitaciones no se detienen: entre 2014 y 2017 se invierten 5 millones de euros en recuperar la Casa d’Operacions y el pabellón de Sant Rafael, y en 2022 se empieza a trabajar en el de la Puríssima…
2014. Inauguración del Recinto Modernista.
En febrero de 2014 se inaugura el conjunto rehabilitado en un acto institucional con presencia del arzobispo, el alcalde de Barcelona y el presidente de la Generalitat.
2014. Jornada de puertas abiertas con motivo de la inauguración.
Durante las jornadas de puertas abiertas con motivo de la inauguración, más de 125.000 personas visitan el Recinto Modernista en 15 días.
2015. Rehabilitación de los interiores de la Casa d’Operacions.
Con el Recinto ya abierto al público, los trabajos de rehabilitación continúan: en 2015 se termina la Casa d’Operacions, y al año siguiente el pabellón de Sant Salvador.
2017. Espacio expositivo del pabellón de Sant Salvador.
Este pabellón, después de recuperar su aspecto original, se destina a espacio expositivo dedicado a la historia del Hospital y a la figura de Lluís Domènech i Montaner.
2017. Baile de swing en una jornada de puertas abiertas.
Además de las visitas, desde el Recinto Modernista se impulsa todo tipo de actividades culturales, como conferencias, exposiciones, sesiones pedagógicas o conciertos.
2022. El pabellón de la Puríssima en plena rehabilitación.
En 2022 empieza a rehabilitarse la Puríssima, con un presupuesto de más de 2 millones de euros y un plazo de ejecución previsto de 10 meses.
SANT PAU: 25 años de Patrimonio Mundial
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